El crimen de Chiara Paéz, la joven de 14 años asesinada en 2014 en la localidad de Rufino, tuvo un fallo por parte de la justicia, que le dio 21 años de prisión a Manuel Mansilla, acusado del femicidio, aunque ahora habrá que esperar una nueva resolución de la cámara ante la apelación de la defensa del apuntado.
Pasaron más de 3 años, y aun se espera por la justicia. El brutal femicidio de Chiara Páez, quien fuera asesinada a golpes por quien en ese momento era su novio, Manuel Mansilla (quién ahora tiene 18 años), tuvo una primera resolución de la justicia que condenó al autor material a 21 años y 6 meses de prisión; aunque la apelación de la defensa llevará el caso a la Cámara de Rosario. Ante dicha apelación, la Fiscalía también apeló reclamando aún por la cadena perpetua para Mansilla, además como un punto estratégico que evite que se le reduzca la condena, así lo explicaba la madre de Chiara, Verónica Camargo.
Justamente Camargo, explicó que siente cierto alivio, pero aun se mantiene alerta ante el trabajo de la justicia: “Queremos que le aumenten la condena y no la disminuyan, pero como tiene buena conducta le tienen consideración. El joven tiene una frialdad increíble y ningún signo de arrepentimiento, como están las cosas a los 35 años va a volver a salir, ¿y quién nos garantiza que no vuelva accionar de esa manera? Queremos la cadena perpetua, porque nosotros a Chiara las perdimos para siempre”.
Camargo explicó que en algún momento circulaba la versión de que el joven no podía ser condenado a más de 15 años, sin embargo en el asesoramiento descubrió que no hay nada que indique lo mencionado, por lo que se pide la mayor condena posible.
El accionar de la justicia es justamente otro de los aspectos que se cuestiona ya que 3 años después del hecho, la condena no es del todo firme y los pormenores han tomado un protagonismo que, de no ser por el crecimiento mediático del caso, quizás podrían haber ensuciado la investigación: “Creo en los derechos humanos, pero en este caso a mi hija le quitaron el derecho a la vida. El acontecimiento de Chiara adquirió una magnitud increíble, cuando en principio no se hacía nada”, expresó Camargo, que además agregó que el caso quiso ensuciarse cuando se habló de que la joven supuestamente estuvo a punto de concretar un aborto, aunque la madre de la víctima declaró de forma contundente que la familia estaba al tanto de la situación y se había elegido “continuar con la vida”.
Otro eje de la causa ronda al resto de los familiares del joven Mansilla, quienes también debieran estar en la mira de la investigación, buscándose los matices de complicidad de los mismos en el hecho, complicidad que Camargo asegura que existió: “Pensamos que toda la familia está involucrada, porque Mansilla no podría haberlo hecho todo solo, pero todo está en investigación y se hace difícil. Hay que demostrar la participación activa y efectiva; aunque sé bien que por ejemplo la madre participó activamente. Ojalá encontremos las pruebas para que todos vayan a prisión y cumplan con la justicia”, decían las contundentes declaraciones de Verónica, quién agregó que también se duda de los vínculos del padre del joven con la policía local, y el raro accionar que tuvo la misma con Mansilla en el inicio de la investigación.
Finalmente, la mamá de Chiara envió un mensaje directo a los accionares de la justicia, contundente, pero optimista: “Confío en la justicia divina, pero la justicia terrenal es importante para que estas cosas dejen de pasar. Si se actúa como corresponde, si hubiesen condenas ejemplares, los femicidas lo pensarían mucho mejor a la hora de cometer el delito”, cerró.
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